La Parábola...8

*8º*

    Al final del Ciclo Planetario podamos(hijos pródigos) acercarnos (me incluyo) algunas de las Moradas que habló Cristo: las Bienaventuranzas.

    El peor enemigo que tiene hasta hoy el ser humano es la televisión. En sus diferentes programas apoyan enormemente al Ego porque de el viven los que crean los programas para que las gentes que no piensan les sigan. Ahí están todas esas películas enseñando el mal comportamiento de padres e hijos y viceversa que les imitan en las sociedades causando una gran desesperación porque sus hijos quieren formar partes de esos grupos alejados del respeto de sus padre pero luego son los esclavos del jefe de grupo haciendo sus voluntades que van en contra de toda lógica humana.

    También está la juventud actual que sigue un patrón de conducta porque los considera superiores -no se en qué- dejándose llevar por el camino de las prostitución.

    Los padres ya no pueden con sus hijos porque las leyes de los gobiernos le protegen de tal forma que los padres se ven impotentes para demostrar en sus hogares que ellos tienen la autoridad. Los hijos quieren hacer lo que ven en los otros sin oír ni respetar a sus mayores. También están los padres que les importan muy poco sus hijos y les dejan que caminen ellos solos sin tener -por su edad- ningún conocimiento del mundo que piensan llevados por sus padres que tienen que triunfar. Son tan ignorante que les dicen: Tú tienes que comerte el mundo.

La Parábola...7

*7º*

 Esta es la meta final de un tiempo para los que se llaman cristianos realizando en su vida diaria la Voluntad de su Alma que en Ella está la “Luz” de la Voluntad de Cristo y lógicamente la del Padre Eterno que la ha Creado.

    ¿Pero que le ocurre al Ego que tiene encarcelada al Alma? Solo vamos a pensar desde el tiempo de San Pablo a estas fechas. Nombro a San Pablo porque él vivió y escribió estas conductas en los ciudadanos que veía. Si ya en ese tiempo éstos (humanidad) tampoco creían en Él incluso posiblemente no le conocieran, han tenido sucesivas reencarnaciones para corregir esos defectos y limpiar sus almas de su mal vivir. (Las Enseñanzas de La Verdad y de la Ley: Los Mandamientos de Dios).

    Como bien habrán leído el versículo anterior: “La Lámpara del cuerpo” Cristo explica: “Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tiniebla”. Es fácil de entender una vez que hemos venido leyendo hasta ahora. ¿Por qué no nos ve Nuestro Padre? Porque la luz que hemos adquirido es congénita al Ego que venimos arrastrando por permitirle que el haga la tozudez del mundo y no la Voluntad del Alma. Cada vez que nacemos ya nos estará esperando (para que el Alma rectifique su pasado) para tomar la materia y reiniciar su Camino o el Ego (el mundo) su obra de decadencia. El Alma de nuevo se verá encarcelada por no recibir Las Enseñanzas de la Verdad y la luz que en ella hay que pertenece a su materia es la luz de las energías del mundo que son tinieblas: oscuridades de su Ego.

Entendemos mejor la Parábola del hijo pródigo. Los Seres Creados son los Hijos Pródigos. Todos aquellos que han matado a través de la historia de la humanidad por traer una Enseñanza en Las Ciencias y en las Artes que permanecen en los libros de historia y de otros tantos que permanecen en el anonimato no sabiendo quienes son y acordándose de ellos los que tuvieron la fortuna de conocerlos también a través de la historia y en el presente siglo. Los seres que han nacido de la Creación son todos los millones de Almas en evolución que una vez recibieron la Vida en el mar y tras largos millones de años, se encuentran ahora como humanos o seres humanos por medio de Las Enseñanzas de La Verdad.